El Puerto planea cambios para mejorar las condiciones de amarre

El organismo y la UDC colaboran en un estudio para minimizar el impacto del oleaje en las operaciones
El Puerto planea cambios para mejorar las condiciones de amarre
La conexión ferroviaria con el puerto exterior se completará a finales de este año I D. Alexandre

La Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao trabaja en la mejora de las condiciones de operatividad de los buques que cargan y descargan en la dársena exterior de Caneliñas. Es una prioridad para el organismo que preside Francisco Barea minimizar el impacto que los denominados fenómenos de agitación –es decir, la propagación del oleaje en el interior de los muelles– tienen en infraestructuras como las portuarias, sobre todo en entornos de menos abrigo.


Con esa finalidad, el Puerto ha encargado a la empresa Adantia la asistencia técnica de asesoramiento ambiental en las actuaciones de mejora de las condiciones de atraque en Caneliñas, principalmente en la fase de diseño de las intervenciones para mejorar este aspecto.


En ese sentido, tanto la Autoridad Portuaria local como el resto miden periódicamente los fenómenos de agitación que, según se explica en los pliegos, “han condicionado algunas de las operaciones” que se desarrollan en el puerto.


Con todo, esta licitación está planteada para el futuro y no es la única que tiene por objetivo favorecer o, en el peor de los casos, minimizar el impacto de los fenómenos naturales en este tipo de infraestructuras. Así, a través de un convenio con la Universidade da Coruña, el ente está desarrollando una investigación de los factores implicados en la operatividad del puerto. Este trabajo, que está en proceso, estudiará las actuaciones de mejora y transferencia de tecnología para su explotación por parte del puerto.
En el caso de este contrato que realizará Adantia, el planteamiento es a medio y largo plazo, con la intención de planificar y mejorar la operatividad para el futuro. 


Nuevas demandas 

El puerto de Ferrol se encuentra en pleno momento de cambio, de transición hacia nuevas actividades, una vez desaparecido el carbón, principal tráfico durante décadas. Las mercancías y operaciones que llegarán, relacionadas muchas de ellas con las energías y, también, el desarrollo de la terminal de contenedores de Yilport, traerán consigo cambios y nuevas necesidades para una dársena exterior cuyo proyecto de construcción data de hace dos décadas y media. 


Ni algunas de las actividades y tráficos ni el tipo de buque son los mismos que se preveían entonces, de ahí que haya que reevaluar el modo en que los fenómenos de agitación afectan a la operatividad, particularmente a las operaciones de atraque. 


En el proyecto para la construcción del puerto exterior se consideraron como buques de cálculo para el amarre de graneles sólidos el “CAPE”, con una carga máxima de 150.000 TPM –toneladas de peso muerto–, y para el amarre del muelle de contenedores, buques de 6.000 TEU.


La tendencia y, sobre todo, las demandas futuras de la terminal de contenedores van a superar ese modelo. Además, las nuevas actividades, vinculadas por ejemplo a la eólica marina también acercarán a Caneliñas un tipo de buque diferente, y eso incluye tanto las condiciones de atraque como las de navegación.

 

Los estudios como base

Las mejoras que deban acometerse en Caneliñas las van a determinar estos estudios, tanto el de la Universidade da Coruña como el que elabora Adantia en el apartado ambiental. 


Aunque hay que esperar a las conclusiones para analizar las diferentes alternativas, estas podrían ser desde “simplemente operativas”, como el diseño de condiciones de amarre particulares mediante el empleo de equipos ‘shoretension’ –que ya se están utilizando–, o mejoras en las obras de abrigo (como el martillo) en la configuración de aquellos elementos relacionados con el amarre y atraque de las embarcaciones. De esta manera, confía el organismo, se mejorarán las condiciones de “estancia y carga y descarga” y, al tiempo, permitirá “un incremento de su capacidad y un mejor aprovechamiento de la superficie existente”. 

 

Los estudios sobre la agitación se hacen desde el año 2007

Los estudios sobre el impacto de los fenómenos de agitación para mejorar el atraque y amarre de los buques que operan en el puerto exterior se vienen realizando desde la misma puesta en servicio del puerto exterior, en el año 2007. En ese sentido, se han hecho regularmente mediciones para determinar sus causas, tratar de afinar más en las predicciones y poder así optimizar la explotación de la infraestructura y definir cambios correctores. 


En este sentido, ya forman parte de las investigaciones y proyectos vinculados a instalaciones como puertos y astilleros variables relacionadas con los fenómenos propios del cambio climático y la subida del nivel del mar prevista para las próximas décadas. Por ello, los promotores ya planifican las nuevas obras con antelación para que no mermen la competitividad del puerto. 

El Puerto planea cambios para mejorar las condiciones de amarre

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