La obra de la calle de la Iglesia toca con la punta de los dedos su conclusión, después de más de 21 meses en los que los laboriosos trabajos de transformación han complicado el tráfico en el centro, la movilidad para los residentes y transeúntes e incluso el descanso, interrumpido por el martillo hidráulico. El último tramo, el más próximo al Callao, afronta sus últimos pasos, con la cuenta atrás puesta en la Semana Santa. Si ningún imprevisto lo impide, la previsión municipal es que quede a punto para reabrir al tráfico este viernes.
A expensas de que queden algunos flecos pendientes, se devolverá la normalidad a una de las calles más importantes del barrio de A Magdalena, que mantiene su función de orientar el tráfico de salida hacia la carretera de Castilla o Esteiro y de articularlo hacia el centro, pero que al mismo tiempo se ha “humanizado” para convertirse en una zona de paseo y de comercio. Aceras más amplias a ambos lados, arbolado, eliminación de vehículos aparcados –más de 120 plazas–, nueva iluminación y mejoras en la accesibilidad con la plataforma única forman parte de la remozada cara de la calle, que se ha ido desvelando tramo a tramo a lo largo de los meses.
Este perfil se completa con la reforma del espacio del mercado, tras el derribo de la nave provisional, que ofrece una visión más amplia desde la zona alta –bajo los jardines de Herrera– hacia Irmandiños y el Arsenal. Se incluye además ahí el ascensor que sube desde el aparcamiento hasta Iglesia. También se ha ganado en holgura en el frontal de la concatedral, resaltando el templo y poniendo en valor el atrio.
La obra de la calle de la Iglesia fue el proyecto estrella de la corporación liderada por el socialista Ángel Mato. Asumida íntegramente con fondos propios, implicaba una inversión inicial, tras la adjudicación a Prosema, de 4,1 millones de euros, con un plazo de ejecución de 18 meses. Se comenzó a picar la calle el 8 de junio de 2022 y la planificación preveía concluir antes de que finalizase el 2023. Finalmente ese plazo se amplió en tres meses más y se incrementó el presupuesto en 400.000 euros, llegando a 4,5, ya con la autorización del gobierno de José Manuel Rey Varela. Esta prórroga concluía en febrero y se ha superado, lo que podría dar lugar a sanciones por parte del gobierno local.
El gobierno anterior no llegó a ver la obra rematada pero sí algunas de las manzanas con su aspecto final. El nuevo, con mayoría absoluta del Partido Popular, realizó algunos cambios en los tramos que quedaban en obras o aún sin horadar. Se pasó a permitir el aparcamiento en el lateral del Jofre, habilitando una zona en carga y descarga, y se mantienen los de calle Coruña e Irmandiños en el entorno de la concatedral y del teatro Jofre. Estos últimos se han pintado de nuevo, estacionando en batería marcha atrás para mayor seguridad.
También se han introducido cambios en las especies árboreas previstas, que suponían, según un informe municipal, problemas para la visibilidad de las viviendas por el volumen y altura que podrían alcanzar y en el firme por el crecimiento de las raíces. Se mantuvieron los que ya estaban plantados y se introdujeron otros en las manzas finales.
Las fotografías de la calle de la Iglesia hace menos de un año (junio de 2023, izquierda) y ahora registran el cambio radical de una vía que ha ganado en espacio y en seguridad para el peatón y que se ha reverdecido con la plantación de árboles a lo largo de su trazado. La discutida supresión de plazas de aparcamiento elimina de la imagen buena parte de los vehículos, completando la humanización de esta calle principal de A Magdalena.