El calendario y los pasados resultados han querido que el nuevo técnico del Racing, el asturiano Alejandro Menéndez, debute en el banquillo ferrolano precisamente ante uno de sus ex, un Burgos CF frente al que el entrenador verde descubrirá parte de sus cartas para salvar a la formación local de la quema del descenso.
Con club y Concello inmersos en una polémica sobre la construcción de la ciudad deportiva, el preparador que esta misma semana tomó el relevo de Cristóbal Parralo volverá a reencontrarse con una formación a la que, casualmente, también llegó para “salvar”. Si bien en aquella campaña 2017/18, con todavía la categoría de Segunda B en el calendario, Menéndez lo hizo buscando catapultar a los burgaleses hacia el playoff de ascenso a Segunda División.
Ocupando el lugar de Patxi Salinas a mediados de febrero de 2018, y con sólo doce partidos para cumplir el objetivo, el grupo blanquinegro se quedó finalmente lejos de esta meta, siendo undécimo en el grupo 2 de esta categoría.
Ahora, el asturiano tiene que emprender un nuevo camino precisamente ante un Burgos al borde del abismo, comenzado su caza mañana en A Malata. La cuenta atrás hacia esos 31 puntos marcados como objetivo empieza ya, con 19 encuentros por delante y sin margen para el error, ya que, como mínimo, tendrá que conseguir el triunfo en la mitad de estos duelos para alcanzar esta ansiada cifra. Un partido en el que con Menéndez en el banquillo pueden cumplirse dos leyes no escritas, la de ganar ante tu ex y la de imponerse con nuevo técnico en el banquillo.
Menéndez tiene dos nuevas jornadas de entrenamiento en A Gándara para dar con la tecla que no pudo encontrar Cristóbal Parralo y que suene afinada en el duelo del domingo ante el Burgos. Eso sí, en su orquesta cuenta con un nuevo integrante, como es el extremo Naïm García y asimismo con un Erick Cabaco cuya reincorporación al grupo coincidió con una de las semanas más movidas en los últimos años en la casa verde.